El texto de la resolución es prácticamente el mismo que se sometió a votación la semana pasada en el Consejo de Seguridad, pero que no logró aprobarse por el veto de EE UU, país que consideró la medida desequilibrada, e impulsada por motivaciones políticas. En el documento se exige a Israel poner fin a sus incursiones militares contra la población civil palestina, y a retirar inmediatamente sus fuerzas de la Franja de Gaza a las posiciones que tenía antes del pasado 28 de junio, cuando estalló la actual escalada de violencia.
También se pide que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, establezca una comisión para investigar el ataque de Beit Hanún del pasado 8 de noviembre, en el que resultaron muertos 19 civiles, entre ellos mujeres y niños. En la resolución, también se exhorta a Israel a cumplir escrupulosamente con sus obligaciones y responsabilidades bajo la Convención de Ginebra, en cuanto a la protección de la población civil. Además, se insta a la comunidad internacional y, en particular, al Cuarteto (EE UU, ONU, UE y Rusia) a actuar de inmediato para estabilizar la situación y reanudar el proceso de paz, para lo que deben establecer un mecanismo de protección a la población civil.
EE UU fue uno de los países que votó en contra, junto con Israel, Islas Marshals, y otros pequeños países, mientras que Canadá y Australia se encuentran entre los Estados que se abstuvieron. El embajador estadounidense ante la ONU, John Bolton, afirmó antes de la votación su disposición de votar negativamente, tras calificarla resolución de "políticamente motivada y parcial contra un país -Israel- que durante décadas ha sido un blanco de la Asamblea General". "Desafortunadamente este tipo de resoluciones sirven sólo para exacerbar la tensión en base a los intereses de elementos hostiles al derecho reconocido e inalienable de Israel a existir", indicó.
Los 25 países de la Unión Europea (UE) emitieron un voto afirmativo, al argumentar que es el momento de que cese la violencia de inmediato y de reanudar el diálogo para buscar una solución pacífica al conflicto, explicó la embajadora de Finlandia, Kirsti Lintonen. El representante palestino ante la ONU, Ryiad Mansour, agradeció a todos los países que votaron a favor y acusó a la delegación de Israel de insultar a la Asamblea General, después de calificar la sesión de emergencia de una "payasada" y una "farsa teatral".
El embajador adjunto de Israel, Daniel Carmon, indicó que su país no ha intentado insultar a la Asamblea General, órgano al que tienen un gran respeto, pero que ha sido el procedimiento lo que les ha molestado.
El País - 18/11/2006
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